Sólo quiero

Quiero descubrir tú misterio,
eres mi sueño echo realidad;
y aún en la contrariedad:
Te haz vuelto mi locura y mi destino.
Eres aquello que necesitaba sentir,
hoy que haz llegado a mi camino,
no busco nada más.
Quiero ser el eterno sonido del amor
el perfecto latido de tú corazón.
En tí he descubierto este calor, la sensación
que no necesita explicación, ni razón
para saber que ésto: no es una ilusión.
Quiero que seas y yo ser la eterna locura
no tengo otra intención, sólo anhelo pensar en tí.
No creí volver a sentirlo,
pero: he vuelto a temblar de amor.
Todo en tí es perfecto.
Eres aquéllo que espere, que siempre busque;
al conocerte, al verte, al quererte
me ha sido imposible no decirte que te amo.
Haz desechado de mí la soledad
¡Gracias a tí, todo es perfecto!
¡Tú eres mi razón de ser y estar aquí!

¿Sera?

Es inevitable la hermosa sensación, de este suave calor, el camino del destino que nos ha llevado a este lugar. No se quien me ha puesto junto a tí, destinado a cumplir esta misión, este amor o este dolor.
El destino pedira que escriba una historia, donde el tiempo no aparezca, donde solo entiendo que el universo seremos Tú y Yo. Aquí no habrá más. Aunque pase la lluvia o la tempestad, la nieve o el mar, nada lo evitarà.

Nada

Perdido con un rumbo sin camino, con el eco del grito de aquél cañón que ha lanzado la bala de la vida, que hoy no dice más, solo pide tiempo. El acierto más prudente puede ser marcar en la esperanza que guarda un pensamiento... Aún hay tiempo, estoy en silencio... callando lo que quiero y guiándome por las palabras de mi destino. En la profundidad de la mirada, viendo con incredulidad que no soy NADA.

¿Destino?

En un juego llamado destino, nos hemos situado, cambiando la realidad por la fantasia, el dolor por el amor y en la historia que se escribe jamas veremos final.
En este sueño que no tiene lugar, encontraremos el camino, y si eso es el destino olvidare todo y con este sentido en los brazos de la vida intentare volver a comenzar...

Inevitable

Distancia grande, donde no existió la espera. Donde ví a la soledad mas cerca que el llanto vespertino de un sujeto preocupado y aprendí que hay cosas que se van y no regresan. Que todo es un proceso y que hay ciclos donde el inicio es el comienzo y la mitad; donde el final no existe pues cuando este llega, tu ni siquiera haz comenzado.

En el instante donde el movimiento se pierde y no encuentras tu sitio. Lugar donde ni el recuerdo mas profundo hace cambiar lo inevitable. Tal vez la entrega sera lo mas correcto y en este momento lo que imposibilite hacerlo sera dar lo que jamás se vio y jamás se dio...

Quizás...

En el oído mas atento puedo percibir eso, aun más que en cualquier eco. Donde lo poco que me queda sera confiar en algo que la seguridad me quita cuando el destino sonríe con el rostro del engaño, con la mirada de un instante perdido y donde el paso mas tranquilo produce el eco más grande, en un vació inmenso.

Ese momento cuando el brazo mas fuerte resulto siendo el mas débil, cuando en el duelo de la fuerza, lo mas grande fue la apariencia de un gélido viento.

Donde se que no puedo esperar mas porque ahí espere, y no fue como esperaba. Porque lo intente y no funciono. Quizás el destino sea otro y no el que me imagino. Quizás sea tiempo de olvidarme de todo esto...

....

El saber de un amor, que lucha por verse y negarse. Me evita, pero esta conmigo. Me roba la sonrisa que el mismo provoca. Me hace saber que hay mas que un solo día y me dice que si solo existe la verdad, aun cuando se vaya el sentimiento, el camino quedará y el placer de ver, saber y sentir ese amor